12.3.09

zaloaren argazkiak



¡La transformación de la materia! ¡Qué cobardía consolarse con este sucedáneo de la inmortalidad! Los procesos inconscientes que se verifican en la naturaleza están, incluso, por debajo de la estulcia humana, ya que en la estulcia se encierra un algo de conciencia y de voluntad; mientras que en tales procesos no hay absolutamente nada. Sólo un pusilánime, con más miedo a la muerte que dignidad humana, puede consolarse pensando que su cuerpo vivirá algún día en una hierba, en una piedra o en un sapo... Ver la inmortalidad en la transformación de las sustancias es tan paradójico como augurar un provenir magnífico a una funda después de que el rico violín se ha roto y ha quedado inútil. Antón Chejov. "El pabellón nº 6" (1892)







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